Realiza una visita a la propiedad
Lo primero es visitar la propiedad y que estés convencido de que es de tu agrado. Cuando recorras el lugar, mira todos los aspectos internos y externos: evalúa la zona, el entorno, los vecinos, movimiento del barrio, el tránsito. Ten en cuenta si estás cerca de plazas o espacios verdes o escuelas. Aquí en el interior de la capital un dato que también es importante es la proximidad de las paradas de colectivos.
Por otro lado, saber si tienes alguna Iglesia o templo, salón donde se realizan fiestas, talleres metalúrgicos o carpinterías: estos son datos importantes porque si vas a vivir allí te interesará tenerlo en cuenta con respecto a ruidos, música y circulación de gente –sobre todo a la hora del descanso–.
En cuanto a la propiedad es importante que tengas en cuenta la luz solar, iluminación, frecuencia de vientos (sur o norte). En caso de ser una vivienda o salón revisa el estado de paredes, revoques, techos, instalación de luz, agua y gas. Si tienes dudas consulta con tu electricista o gasista de confianza.
Comprar tranquilo un inmueble
Ya verificaste todo y estás decidido a comprar. Bien, ahora vamos a la parte legal: si compras a través de un inmobiliario matriculado te estarás ahorrando tiempo, dinero y tranquilidad (todo lo que te voy a contar a continuación ya lo tiene realizado la inmobiliaria).
- Primero: debes verificar que quien te vende es el titular dominial (tiene el título de propiedad). Esto se verifica en el Registro General de la Propiedad mediante un informe.
- Segundo: que este titular no está inhibido (o sea, que pueda vender). También se verifica en el Registro General de la Propiedad mediante informe específico.
- Tercero: que la propiedad no tiene gravámenes (o sea embargos o hipotecas). También mediante informe específico en el Registro General de la Propiedad.
- Cuarto: que el titular tiene la posesión real y efectiva de la propiedad.
Una vez reunida toda la información
Llegaste a un acuerdo del precio con el vendedor, te pide una seña y el saldo a la escritura (que lo normal es a los 60 días o más). Te preguntarás: “Entrego el dinero… ¿y listo?”. Aquí en este punto debes prestar especial cuidado si el dinero que adelantas para la operación será en carácter de reserva o seña. Tienen tratamiento legal y efectos diferentes.
Si lo haces en carácter de reserva suele ser el 1% del valor de la operación, generalmente una validez de 96 horas. Quien la recibe es la inmobiliaria. Debe retirar la propiedad de las publicidades y aquí es donde no debes ser engañado por particulares. Si quien te recibe es el titular –tratas directamente con él– no debería recibirla en concepto de reserva y sí como seña. Generalmente en la inmobiliaria te vas a encontrar con reserva ad referéndum, esto quiere decir que la inmobiliaria la recibe y si el vendedor la acepta se sigue con el proceso de compra. Si no la acepta, se te devuelve el dinero. Explicándolo más fácil: la reserva es eso, simplemente una reserva, que una vez aceptada por el titular recién queda aceptada la propuesta o acuerdo al que llegaron y se comienza con los pasos siguientes de la compra-venta.
¿Y qué es la seña entonces? La seña se encuentra legislada en el Código Civil y es un acuerdo entre dos partes: una entrega una suma de dinero y la otra acepta, quedando así aceptada la operación. Tiene una validez más amplia, no superior a 60 días (tiempo en que se recaba toda la información) y se firma el boleto de compra-venta. Existen obligaciones entre las partes, plazos acordados que deben respetarse y también en caso de que alguna de las partes se arrepienta hay penalidades. El importe de la seña es mayor al de reserva, suele ser entre 10 y 25% del valor de la operación. Con la seña normalmente se pasa a la etapa del boleto de compra-venta.
Por último… ¿sabes qué es un boleto de compraventa? Es un instrumento privado entre las partes donde se acuerda todo lo hablado y el compromiso de escrituración. Es decir, es un documento donde se plasma todo lo que acordaron. En un próximo post te daremos más información sobre esta herramienta.
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